NO SE MATA LA VERDAD MATANDO PERIODISTAS
La agresiones a mujeres periodistas en
México aumentaron en 2014 y 2015 un 70% con respecto a los dos años
previos, en un contexto en el que los ataques se han "diversificado" y
la ineficacia de las investigaciones obstaculiza la presentación de
denuncias, reveló hoy un informe.
El reporte "El poder del cacicazgo", elaborado por la asociación Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), documentó 147 casos de violencia contra comunicadoras en 24 estados del país, 61 más de los registrados en el periodo 2012-2013.
En los últimos años "se ha incrementado el
abanico de agresores" que atacan a las comunicadoras que están
ejerciendo de manera "libre e independiente", aseguró Gloria Muñoz,
directora del medio digital Desinformémonos, quien compartió su
experiencia con otras periodistas en un diálogo celebrado en la capital y
moderado por Lydia Cacho.
La mayoría de las periodistas agredidas
(el 70%) cubrían temas políticos en el momento de su agresión, así como
sociales (21.7%) -que incluyen protestas por temas vinculados a los
derechos humanos- y de seguridad (8.1%).
Sin embargo, su labor profesional no se
pone en el centro de las investigaciones, sino que se tiende a buscar
las causas en su vida privada, coincidieron las participantes.
La activista y columnista Maite Azuela
relató cómo recibió una fotografía intimidatoria cuando trabajó sobre
casos de represión por parte de las fuerzas de seguridad, y que, cuando
acudió a las autoridades, no le preguntaron "sobre qué estás
escribiendo". Únicamente le preguntaron "a quién responsabilizas", lo que consideró "descabellado e irresponsable", afirmó.
"Todo el tiempo les tienes que convencer
que lo que pasó (...) tiene que ver con tu trabajo; en el fondo dudan
que tu trabajo sea tan importante para que merezca una agresión", afirmó
la directora de Cimac, Lucía Lagunes.
La respuesta de las autoridades,
incluyendo a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos
contra la Libertad de Expresión, hace que el índice de denuncias
formales aún sea bajo, lo que el informe vincula a la "poca confianza en
las instituciones de justicia".
El mecanismo de protección para defensores
de derechos humanos y periodistas, dependiente de la Secretaría de
Gobernación, ha registrado de octubre de 2012 a junio de 2016 la
denuncia de 82 mujeres periodistas, que representan el 35% de quienes
están bajo protección de esta instancia.
"Las fiscalías siempre están del lado del
agresor, y eso es un problema monumental", afirmó Cacho, quien con su
testimonio señaló que las entidades de justicia sientan a la víctima con
su propio agresor, en un contexto en el que el 54.4 % de los ataques
provienen de servidores públicos.
Las mujeres también reciben un trato
diferenciado respecto de sus compañeros ya que cuando sucede una
agresión a ellos se les otorga apoyo y a ellas se les tilda de
"histéricas" y se dice que quieren visibilidad o "un premio", comentó
Muñoz.
Asimismo, cuando una periodista da su
opinión política públicamente se considera "un error", dijo Cacho, quien
agregó que esto está relacionado con la idea que aún subyace de que
"las mujeres no somos ciudadanas plenas".
Muñoz señaló que en los últimos años ha
tenido que aplicar en la redacción medidas como que las reporteras
informen previamente de su trayecto de regreso en las coberturas "de
alto riesgo".
No obstante, echando mano de una
perspectiva que cubra el último cuarto de siglo, se han visto avances,
como la construcción de redes de protección de periodistas que "nos han
salvado la vida en más de una ocasión y en muchos sentidos", destacó
Lagunes.
La directora de Cimac también resaltó
otros aspectos positivos, entre ellos que se ha asimilado que "hacer
periodismo con perspectiva de género es hacer periodismo".
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