LA BEBIDA FERMENTADA CON MAS EFECTO CARDIOPROTECTOR : LA CERVEZA
Beber cerveza moderadamente tendría efectos muy positivos- aunque no lo creas- en tu salud. Así lo han determinado distintas investigaciones de universidades de Estados Unidos y Suecia.
Según una investigación de la Universidad Gothenburg de Suecia, tomar dos cervezas por semana reduciría en un 30% el riesgo de infarto en comparación al que presentan las personas que beben en menores o mayores cantidades. Pero las buenas noticias no acaban allí.
La Asociación del Corazón de Estados Unidos, basándose en un estudio de la Universidad de Pennsylvania, indicó que beber una cerveza al día puede reducir el riesgo de sufrir un ataque al corazón.
Y si creías que el corazón es el único beneficiado con el consumo moderado de cerveza, un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago, Estados Unidos, fue más allá y sugirió que esta bebida también es capaz de estimular nuestra creatividad y potenciar nuestra capacidad de resolver problemas en poco tiempo. Para llegar a esta conclusión se le pidió a un grupo de 40 personas de 21 a 30 años a que bebieran dos vasos de cerveza.
El foro, de título Efectos del consumo moderado de cerveza en la salud cardiovascular, ha tenido lugar en el marco del Foro de Gastronomía y Salud Aragón 2016, que se celebra en Zaragoza.
La investigadora ha explicado que, en un estudio elaborado junto a la profesora Lina Badimon, directora del Centro de Investigación Cardiovascular CSIC-ICCC, ambas han observado, en un modelo experimental, que la ingesta de cerveza confiere protección cardiaca y favorece el proceso de remodelado del corazón tras sufrir un infarto de miocardio.
Los datos de la investigación dan a conocer que, en efecto, el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, favorece los procesos de reparación del corazón dañado gracias a los nutrientes que contiene derivados de sus ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), entre los que destacan las vitaminas del grupo B (en especial el ácido fólico), la fibra, los minerales (silicio, potasio, magnesio y poco sodio) así como el xanthohumol, uno de los polifenoles (antioxidantes naturales) más característicos de la cerveza, que se relaciona con efectos protectores en la salud cardiovascular.
Entre los efectos protectores del consumo moderado de cerveza y otras bebidas fermentadas destacan la mejoría en los niveles de HDL (conocido como el colesterol bueno), disminución de la agregación plaquetaria, aumento de la disolución del coágulo, reducción de los marcadores de inflamación, mejora de la función endotelial y aumento de la capacidad antioxidante.
Todos estos efectos protegen contra el desarrollo de la aterosclerosis, enfermedad que subyace en la mayoría de los eventos cardiovasculares.
Otros trabajos: el estudio dirigido por Ramón Estruch
Existen otros trabajos que ratifican los hallazgos que expone Vilahur, como el estudio Bases científicas de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cerveza en el sistema cardiovascular dirigido por Ramón Estruch, consultor senior del Hospital Clínic de Barcelona y que ha sido publicado en las revistas de referencia internacional como Atherosclerosis y Nutrition Metabolism and Cardiovascular Disease.
Estruch y su grupo de investigación han observado a un colectivo de pacientes con elevado riesgo cardiovascular de entre 55 y 80 años de edad, a los que se les suministró durante 28 días una bebida destilada sin polifenoles, cerveza tradicional y cerveza sin alcohol, respectivamente, sin sobrepasar el consumo moderado.
Así, se observó que los marcadores inflamatorios y la estabilidad de la placa de ateroma (cúmulo de grasa en la pared de la arteria) relacionados con la enfermedad cardiovascular se redujeron tras la ingesta moderada de cerveza.
Otras investigaciones, como el estudio Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular, dirigido también por Ramón Estruch y enmarcado en la investigación Prevención con Dieta Mediterránea (Predimed), ha concluido que las personas que consumían cerveza de forma moderada, pero habitual, presentaban una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, así como unas cifras mayores de HDL o colesterol bueno y menores de LDL o colesterol malo.
FUENTE:ELCOMERCIO Y REDACCIONMEDICA.
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